El estreno

Qué extraña sensación, mis manos están encima del teclado, mientras mis dedos se mueven como si hicieran una melodía en un piano, y mi respiración poco a poco se acelera porque quiero formar una idea en mi mente para empezar a teclear el primer "escrito".


Sin tema preciso, con este "estreno" quiero dibujar una idea general del lugar donde estoy. La ubicación exacta es Bruselas, la capital de Bélgica, conocida por los chocolates y los no sé cuántos tipos de cervezas, cuestión que para ser sincera, lo supe cuando ya estaba aquí, pues no soy amante de esa bebida, sin embargo, no tener noción de esta parte de la tradición belga ahora me parece un insulto a mi cultura general.


La oficina está justo al lado del patio de recreo de una escuela -pensaba escribir "una escuela de niños inmigrantes", pero en realidad prefiero utilizar un calificativo más actualizado, y es que es una escuela "regular" y "multicultural", así suena más bonito y hasta más real. Y es que probablemente más de la mitad de los niños han nacido en estas tierras, pero como el dinero y las deudas, ciertos terminos tambien se heredan, y como sus padres son "inmigrantes", a ellos también se les considera así.



En las tardes, cuando el trabajo se pone muy pesado, y el reflejo que emite la computadora parece letal, me refresco el sentido de la vista persiguiendo a estos niños con la mirada. Allí no hay muchos "criollos" belgas; son pocos los cabellos rubios que sobresalen entre los resortes castaños de la mayoría. Y qué decir sobre las tonalidades de piel, colores claros y oscuro se mezclan.



Aquí mi perspectiva ha cambiado sobre lo que es un país mixto, multiracial, multicultural, y todos aquellos términos que empiecen por M y que describan muchos tipos de gente en un mismo lugar.


Los países europeos, por su historia; las deudas con las tierras colonizadas, la abonanza que despierta la envidia en unos y motiva a otros a buscar mejores formas de vida, han abierto sus fronteras -aunque sin saber lo que depararía tal acción- y han permitido que mucha gente, de muchos lugares ,hicieran de éstas, sus tierras.



Hoy en día, la necesidad es lo que en realidad ha generado una verdadera comunidad multiracial, aunque separada con altos paredones, y no construidos por el racismo, sino por cuestiones de apego a aquellos lugares que ahora son lejanos, pero que a muchos les regalaron la vida, y que lamentablemente no son tan properos como para retener a esa gente, con ganas de trabajar, de sudar hora tras hora para vivir mejor y por ello finalmente decidieron quedarse aquí, en Europa, cumpliendo un sueño, de una vida mejor.



Vida, que jamás será de ellos, pues esos paredones seguirán existiendo, y siempre serán vistos de tal manera, y es que hasta ellos mismos se considerarán como "de otros lados".